Gianni Crea, el guardián de las 2.797 llaves del Vaticano

Cada madrugada, cuando Roma aún duerme, Gianni Crea ya está en pie. A las 3 de la mañana comienza su jornada, y a las 5:00 horas, con 2 mil 797 llaves en mano, inicia un recorrido de 7,5 kilómetros por los Museos Vaticanos.

Crea no es un trabajador cualquiera: es el jefe de los claveros, los encargados de abrir y cerrar cada puerta, portón y ventana del corazón artístico del Vaticano.

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Aunque las cerraduras podrían automatizarse, Gianni Crea defiende la tradición

A sus 53 años, este romano ha dedicado 27 a esta singular tarea. Dejó atrás sus estudios de Derecho cuando descubrió La Escuela de Atenas de Rafael en una sala del museo. Desde entonces, su vida gira en torno a las llaves, como la número 401 —de medio kilo y más de 500 años— que abre el Museo Pío Clementino.

Junto a su equipo de 11 personas, Gianni garantiza que todo esté listo para recibir a los 30 mil visitantes diarios. Pero su labor va más allá de abrir y cerrar.

Gracias al trabajo manual, puede detectar cualquier anomalía en tiempo real, como una ventana mal cerrada, lo que permite una respuesta inmediata del equipo de conservación.

Entre todas las llaves, hay una especial: la que abre la Capilla Sixtina. Sin número, guardada en caja fuerte y acompañada de un ritual diario, simboliza la responsabilidad sagrada de su oficio. En el libro donde se registran las 2 mil 797 llaves, esta aparece como “S.N.”: sin número.

Más que un oficio, lo de Crea es una vocación. Y aunque las cerraduras podrían automatizarse, él defiende la tradición: “Es un privilegio entrar primero cada día al lugar más bello del mundo”, dice, mientras se persigna antes de abrir el paraíso con una simple llave.

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